lunes, 28 de marzo de 2011

The good wife ¿mejor drama del año?

He decidido que con las series que he comentado tenemos suficiente para empezar y tan sólo comentaré, a partir de ahora, momentos álgidos de una serie en concreto, nuevas temporadas o nuevas series que me interesen. Para empezar este nuevo propósito, he elegido una serie que, poco a poco, se va convirtiendo en un clásico: The good wife, que cuenta con los momentos televisivos más brillantes de este año (con perdón de Boardwalk Empire).

Varios son los méritos de la serie protagonizada por una inmensa Julianna Margulies, actriz tremendamente expresiva en su inexpresividad… En este blog ya destacamos la presencia de un trío femenino de altura (Margulies, Panjabi y Baranski), pero un buen actor poco podría hacer si el guión no estuviera a la altura. Los libretos de The good wife mejoran día a día hasta llegar al borde del paroxismo en los dos últimos capítulos emitidos hasta la fecha (en USA, se entiende), donde los diálogos son tan ágiles y vibrantes que uno tiene ganas de que el capítulo nunca acabe. Esto es gracias, sobre todo, a que los creadores han dejado un poco de lado el drama puramente judicial, primando en esta segunda temporada los conflictos familiares, políticos y profesionales.

Como he apuntado antes, estos conflictos se muestran verdaderamente interesantes en los dos últimos episodios donde se consuman traiciones, se fraguan venganzas, se mascan traiciones y se comprueba que nadie es exactamente quien parece ser en The good wife, ya que los personajes son tan poliédricos, tan de la calle, que asusta.

Sin embargo, el talón de Aquiles sigue siendo el público. Y es que los resultados de espectadores no están siendo los esperados, lo que dificulta que la serie se alargue más allá de dos (la actual) o tres temporadas lo que es una pena se mire por donde se mire, pues perderemos una de las grandes series de este primer cuarto de siglo XXI que nos está dejando auténticas obras maestras.

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