Hay pocas actrices que hagan todo, absolutamente todo, bien. Meryl Streep y Cate Blanchett serían dos ejemplos claros de actrices capaces de interpretar con la misma solvencia cualquier papel que se les ponga por delante. Así, la Streep resultó divertida en Mamma Mia!, conmovedora en La decisión de Sophie, pasional en Los puentes de Madison,… incluso resultaba atractivamente patética (?) en La muerte os sienta tan bien. Por su parte, Blanchett ha interpretado a personajes reales tan dispares como la reina Isabel I (Elizabeth y Elizabeth: la edad de oro), a Katherine Hepburn (El aviador) e, incluso, a una suerte de alter ego del mismísimo Bob Dylan (I’m not there). Por no hablar de la libidinosa Sheba de Diario de un escándalo. El resultado, incontestable: cuatro nominaciones a los Oscar y una estatuilla.
De esta raza de actrices cada vez van quedando menos, y casi todas son mayores de sesenta: Judi Dench, Helen Mirren o Maggie Smith serían otros tres ejemplos. De las jovencitas tal vez tomen el relevo Marion Cotillard (impresionante en films tan distintos como La vida en rosa y Origen), Amy Adams (encantadora en Encantada, luchadora en The fighter, insegura en La duda y perfecta en todas ellas) y, sin duda, la actriz más brillante de su generación: la inigualable Kate Winslet (Titanic, ¡Olvídate de mí!, Iris, Sentido y Sensibilidad, El lector, Juegos secretos: papeles opuestos pero interpretaciones igual de cautivadoras y maravillosas).
No me gusta fardar, pero mentiría si no dijera que fui de las primeras personas en el mundo que quedó fascinada con la imagen de la Winslet en la pantalla. Y es que, el talento de esta chica, parece innato por el magnetismo que produjo desde su primera película. En otras palabras, todo lo que hace lo hace bien. Así de chula es Kate Winslet.
Todo este preámbulo no era sino una excusa para hacer un resumen rápido de mis actrices favoritas. El problema está en que me he quedado sin espacio para hablar de lo que realmente quería, por lo que tendré que posponer el verdadero tema de mi post hasta mañana: Mildred Pierce, la miniserie que, probablemente le consiga su primer Emmy a Kate Winslet. Ella se lo merece, se lo merece todo.